Perfil académico

Psicólogo de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Maestría en Planificación y Administración del Desarrollo Regional, de la Universidad de los Andes, Colombia. Especialización en Gerencia Pública Municipal, Unión Iberoamericana de Municiaplista, Escuela de Gerencia Pública. Especialización en Facilitación de Aprendizajes, Abaco en Red, UNAN, Estelí, Nicaragua.

Concepto-práctica de evaluación organizacional


Considero que la evaluación organizacional es un acto colectivo, auto-reflexivo, necesario y propio de cualquier organización que intente mantener su misión y visión de futuro y sus principios acordes con las realidades cambiantes de su contexto y con la evolución psico-social, económica, cultural y ética de sus integrantes.

Propongo, por lo tanto, que la evaluación organizacional se debe presentar como un particular proceso de aprendizaje del conjunto de personas que conforman la organización.   Y en este sentido acercamos la evaluación a un proceso de “INVESTIGACIÓN-ACCIÓN-COLECTIVA”, donde las directivas, los empleados y la membrecía aportan a la construcción de conocimientos (de su entorno y de sí mismos) y especialmente a la creación de nuevas prácticas organizacionales. 

Este concepto de evaluación se aleja por lo tanto también de un “modelo evaluativo externo”, que en última instancia replica la estructura de poder de dominación (conocimiento es poder sobre…) ejercido por el experto o el especialista. 

La evaluación como investigación-acción-colectiva se acerca, en primer lugar, al sentido primigenio de la investigación, es decir, a la “curiosidad”, a las ganas de llegar al fondo de las cosas; y, por lo tanto, a la creación de una oportunidad individual y colectiva de aprendizaje respecto al quehacer de la organización y de las relaciones sociales del entorno en el que esta se desenvuelve.